miércoles, 30 de junio de 2010

A TI NIÑO

“No todos los tesoros son oro y joyas, camarada.”
                                        Piratas del Caribe


A ti niño, porque siempre estás.
Porque eres generoso como nadie y no te duele el dinero cuando es para los tuyos.
Porque siempre nos tienes presentes, y nos llamas, y te acuerdas.
Porque en nadie como en ti confiaría un secreto inconfesable.
Porque te emocionas hasta con mis emociones y no te tapas los ojos para disimular las lágrimas.
Porque eres el mejor amigo de tus amigos y jamás los defraudas.
Porque dejaría mis hijos a tu cuidado con los ojos cerrados y ellos estarían encantados.
Porque la palabra maldad no forma parte de tu vocabulario.
Porque eres la persona más trabajadora que conozco, incluso más que papá.
Porque no conoces el sabor amargo del rencor, y eso se ve en la transparencia de tus ojos.
Porque aprendiste en una sola noche a pronunciar la erre cuando eras pequeño y me hiciste sentir importante.
Porque siempre estás dispuesto para ayudar a quien pide tu mano.
Porque eres sensato y razonable, y un poco cabezota.
Porque te ríes con la sonrisa ancha y los ojos luminosos.
Porque fuiste un magnífico alumno y aprendiste los números enteros aquel verano, y aprobaste para mi orgullo.
Porque me gusta oír tu voz cuando me llamas por teléfono aunque sea para decir “¿qué haces niña?”.
Porque me siento orgullosa de ser tu hermana y a tu lado siento correr por mis venas algo más que la misma sangre.
Porque he perdido la cuenta de las cosas que tengo que agradecerte.
Porque me tranquiliza saberte cerca, física y emocionalmente.
Porque eres lo más “apañao” que hay en la familia y no lo digo yo sólo.
Porque todo el que te conoce acaba queriéndote y te busca.
Porque haces todo lo que te propones, sin dar tregua al desasosiego y al desánimo.
Porque crees que somos importantes para ti cuando en realidad tú eres importante para nosotros.
Porque sabes hacerle las cosas más fáciles a los demás, aunque ello suponga que para ti sean más difíciles.
Porque no sé si sabes que te quiero mucho.
Porque necesito decírtelo.
Porque en definitiva te lo mereces.

 

miércoles, 23 de junio de 2010

CON UN CHASQUIDO DE DEDOS

“Mirar la vida de frente, siempre mirar la vida de frente, y conocerla por lo que es.
Finalmente, conocerla, amarla, por lo que es. Y después, guardarla.”
                                       Nicole Kidman “Las horas”


Hoy me siento fuerte como nunca a pesar de tener razones que me golpean las corvas de las rodillas en busca de mi desequilibrio. No esquivo la sonrisa ajena ni oculto la propia, algo en mi interior me dice que la vida no entiende de tristezas; ésas nunca ayudan a vivir.

Y aunque al final siempre acabo enredada entre los dedos tétricos de mis propios pensamientos, dejo que entre la luz de la esperanza en mi corazón con un chasquido de dedos, como cuando descorres la cortina de una ventana dejando que el sol ilumine toda la habitación.

No quiero dejarme caer en brazos de la amargura comparando, analizando, evaluando, mirando hacia atrás y entristeciéndome por un final que, queramos o no sigue siendo el mismo. Y atisbar la fortaleza en las retinas de los demás me hace ser fuerte y aguantar las embestidas de un presente que no tenía pensado cuando dibujé la línea de mi futuro.

Hoy me siento fuerte. Sólo dejo que se derrame una lágrima hasta la almohada cuando nadie me ve.

miércoles, 16 de junio de 2010

PAUSE

“¡Dónde está el Dios de los que dudan,
   cuando los que dudan lo necesitan!”.
                             Ray Loriga “Ya sólo habla de amor”

Llevo días sin usar la parte del cerebro que administra mis emociones. Creo que mantener el corazón en stand by permite a mi cuerpo seguir de pie sin dejar rendija alguna por la que se cuele ninguna ráfaga de tristeza o alegría que se escape a mi control.
No sé cuánto podré mantener esta situación, si será algo positivo a la larga o si al final saltará por los aires este muro de contención que levanté alrededor de mis lagrimales.

Por algunos instantes se me desdibujan los pasillos y las luces eternamente encendidas. Me pregunto si afuera hace un sol radiante, si todo continúa inalterable en el devenir cotidiano y si sólo llueve en mi interior.
A través de la ventana no percibo el olor de la vida, aquí las paredes huelen a plástico y látex, es el olor de la incertidumbre, del nerviosismo y de la espera. Una espera(nza) que mantiene a mi corazón en pause.


jueves, 3 de junio de 2010

EN UN SEGUNDO

“Cuando la enfermedad entra en un hogar, no se apodera sólo de un cuerpo, sino que teje entre los corazones una tela oscura que entierra toda esperanza”.
                  Muriel Barbery “La elegancia del erizo”


En cuestión de un segundo, un minúsculo e insignificante segundo, la vida se me ha presentado desnuda enseñándome todas sus vísceras. Acabo de enterarme de golpe de que la vida no es una paleta de tonalidades y te lleva en un tris del blanco al negro más silencioso, si es que existe un negro que no lo sea.
En un segundo me ha asaltado la duda de si merece la pena seguir engañada viviendo un mundo que te pone condiciones para vivirlo. Demasiadas.
Caminamos por el filo de una mentira que no tiene piedad con quienes le damos sentido, ni siquiera nos tiende una red que nos proteja del golpe contra el asfalto cuando decide que ya no nos necesita.

Hoy buscaré un acantilado para despeñar todas mis lágrimas y me quedaré con las ganas de despeñarte a ti.
En un segundo.

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