martes, 29 de noviembre de 2011

QUE NI SEPAS QUE ME DUELE

“¡Oh Inés, oh alma mía, que tu rostro esté de la misma manera junto a mí cuando yo acabe de verdad mi vida! ¡Y que cuando las cosas reales estén borrándose para mí, de la misma manera que estas sombras que yo despido ahora, pueda encontrarte cerca de mí, apuntándome hacia lo alto!”
                                                                Charles Dickens   “David Copperfield”
 

No voy a negar que me has quitado demasiado, que me robaste con violencia y a las horas en que las sombras empiezan a velar la claridad del día, con alevosía. Que me arrancaste de la carne el origen de mis días. No, no voy a negar que me has dejado cual árbol sin raíces, temblando y a las puertas del mes del frío, haciendo lo imposible por agarrarse al cielo con sus ramas para no caer.
Mentiría si no admito que noto el corazón como un amasijo de cristales rotos clavados en la garganta. Que no lloro sal sino mi misma sangre, hacia dentro, encharcando el vacío que me dejó tu paso. Negarlo no me serviría, y nadie lo entendería.

Pero no te voy a dar ni uno de mis segundos regalándote los oídos con mi pena, te vas a quedar con las ganas de mi llanto, no te alimentarás ni siquiera con las sobras de mi dolor. Porque has podido arrancármelos sin respetar siquiera los plazos, pero jamás me arrebatarás lo vivido a su lado. Tengo un mundo rebosando de recuerdos, y ésos son míos, sólo míos, pertenecen a mi piel y a mi alma, y ni tú ni nadie podrá jamás quedárselos.

sábado, 26 de noviembre de 2011

ESPERAR

"Si esperas, te contaré lo que nos aguarda después de la muerte. Amiga, tú y yo sabemos que vivir no ha estado nada mal, ¿por qué no habría de ser aún mejor lo que viene detrás? Ahora me parece obvio que la muerte es el estado normal y vivir el accidente. ¿Y encuentras alguna razón más justificada para morirse que el saber lo que nos espera? Que no digan: murió de cáncer o de un tumor cerebral. Que digan: murió por curiosidad."
                                            David Trueba    "Abierto toda la noche"

Lo peor es la espera que me atrapa desde los acantilados de tus pupilas. Y este color que engrisa el paisaje que se asoma a la ventana de un hospital. Aún me queda el tacto de tu piel fina y transparente acompasando el amago de tu gesto con el mío. Tengo la garganta encharcada de silencios ardiendo que no encuentran salida en una boca muerta de frío. Me cerraron todas las puertas del alma a la ilusión, encadenaron mi única esperanza y me arrinconaron al lugar de los desahuciados. A esperar.
Esperar que sólo me queden los sueños y los recuerdos, y descubrir tus huellas en cada cajón, en cada vaso, en las paredes y en el suelo. Notar el escalofrío escalando mi espalda al tacto de lo tuyo, de tus cosas olvidadas en la casa.
Esperar mientras la impotencia me taladra, me enreda y me desorienta.

Esperar…

sábado, 5 de noviembre de 2011

ESPERANDO FUTURO

“El futuro ya está escrito, aunque nosotros no sepamos leer  la página.”
                                                  José Saramago     “Caín”


Dicen que no existe, pero yo lo intuyo con las prisas de un reloj adelantado. No tiene forma ni nombre ni olor, pero lo llevamos pegado a los talones, besando la huella de los pasos recién dados.
Hay quien lo espera como bálsamo al dolor de hoy, un mañana esperanzador en el que ser feliz, días en los que nos levantaremos con la sonrisa puesta y fingiremos que a pesar de todo estamos en nuestro mejor momento. Seremos capaces de mentir(nos) y a pesar de saber que no era lo que esperábamos, nos pintaremos los párpados de azul y colgaremos el cartel de abierto en la boca. Callaremos lo que pensamos y cantaremos canciones sin letra por si cuela.

Llegará un mañana que no sé si quiero vivir. Contendré el aliento mientras me cuento cuentos cuyo final feliz me creeré a pies juntillas. Y a pesar de las dudas, de las interrogaciones colgadas en cada ventana, sabré que tarde o temprano tendré que volver a respirar, y el aire puede venir viciado, envenenando cada gesto.
Se instalará en mis días, y yo creeré que vino para limpiar todas las esquirlas que aún quedan clavadas en mis lagrimales. Pero volverá la lluvia, correrá por los tejados y traerá el frío a la ciudad, el frío y la humedad se enquistarán de nuevo en mi corazón, y otra vez fingiré que son lágrimas de alegría.

Dicen que no existe, y yo no sé si quiero vivir en un lugar que aún no tiene forma ni nombre ni olor.

Related Posts with Thumbnails